Oftalmología pediátrica:
una visión saludable en los más pequeños
¿Qué es la oftalmología pediátrica?
La oftalmología pediátrica se enfoca en el tratamiento de afecciones oculares que pueden afectar la visión de los niños. Desde problemas comunes como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía, hasta condiciones más complejas como el estrabismo o la ambliopía (ojo vago).
Problemas oculares comunes en niños
Algunos de los problemas oculares más comunes en niños incluyen:
- Estrabismo: Ojos desalineados que no miran en la misma dirección.
- Ambliopía: Conocido como ojo vago, ocurre cuando un ojo no se desarrolla correctamente.
- Errores refractivos: Como la miopía, hipermetropía y astigmatismo, que pueden afectar la capacidad de ver claramente.
- Obstrucción del conducto lagrimal: Común en bebés.
¿Cuándo llevar a un
niño al oftalmólogo?
- Si entrecierra los ojos para ver objetos de lejos o de cerca.
- Si se queja de dolores de cabeza frecuentes.
- Si presenta dificultades para leer o ver el tablero en la escuela.
- Si un ojo parece estar desviado o tiene una apariencia anormal.
Tratamientos disponibles en oftalmología pediátrica
- Gafas correctivas.
- Parches oculares para tratar la ambliopía.
- Cirugía para corregir el estrabismo u otros problemas estructurales.
Tratamiento de problemas refractivos en niños:
Los errores refractivos como la miopía, hipermetropía y el astigmatismo en niños se corrigen habitualmente con gafas o lentes de contacto blandos, dependiendo de la edad del paciente. Es importante realizar revisiones regulares para ajustar las prescripciones a medida que los ojos crecen .
Tratamiento del estrabismo (cirugía y terapia visual)
En casos de estrabismo, donde los ojos no están alineados correctamente, el tratamiento puede incluir terapia visual, el uso de parches o incluso cirugía correctiva para realinear los músculos oculares. La detección y el tratamiento temprano son fundamentales para evitar el desarrollo de ambliopía (ojo vago).
Tratamiento de la ambliopía (ojo vago)
La ambliopía se trata a menudo mediante el uso de un parche en el ojo más fuerte para forzar el uso del ojo más débil. En algunos casos, se pueden recetar gotas oculares para desenfocar temporalmente la visión en el ojo fuerte, con el mismo objetivo.